Parque urbano en el antiguo Estadio Insular

© Las Palmas de Gran Canaria, Spain, 2008

Considerando al Estadio como parte de la memoria histórica, donde se vivieron tantos momentos importantes de nuestra vida, era esencial que algo de él permaneciera en la ciudad, además de su valor como pieza arquitectónica que formó parte de la trama urbana.

¿Qué nos queda? Huellas de su pasado. Realidad erosionada por el tiempo, como si fuera un volcán más de estas islas volcánicas  también erosionadas.

¿Qué otro elemento importante nos define? El mar… finalmente el agua.

Estos elementos conforman la solución arquitectónica de la propuesta del parque urbano.

Un cráter volcánico con agua es el tema central que puede transformarse en escenario cuando sea necesario.

Envuelto y rodeado por gradas para los espectáculos que también se constituyen en mirador o lugares de estancia.

Gradas que unen peatonalmente el desnivel desde Paseo de Chil a Pío XII, desnivel que también se salva con un ascensor panorámico.

En Paseo de Chil la grada se prolonga en un mirador sobre la ciudad y al mismo nivel de la calle hay una plaza como antesala del parque.

El parque está conformado como una gran superficie erosionada, con círculos ya sea de picón, agua, césped para  descansar, juegos de niños o simplemente un recorrido como paseo a través de sus diferentes texturas.

Una gran plaza con sectores (círculos) parquizados como islas, que puedan ser islas casi individuales o compartidas, en diferentes escalas, todas en torno al cráter, gran fuente, que se convierte en escenario para conciertos.

Se prolonga y amplía  también sobre los túneles de Julio Luengo, constituyendo una gran apertura hacia la trama urbana actual.

Completando el parque y como una forma de abrirlo y cerrarlo, según diferentes perspectivas se sitúan cuerpos en forma de arco, integrados en una misma trama, con terrazas cubiertas que albergan diferentes usos, como locales sociales, cafeterías y además de servicios.

Actividades deportivas al aire libre y cubiertas, zonas de juegos y terrazas.

En la tribuna que se conserva, se proyectó un espacio para una galería expositiva de la historia del club, así como de la ciudad.

Debajo de la misma, se situaron equipamientos tales como vestuarios, servicios y almacenes.

Las zonas deportivas cubiertas se proyectaron debajo de la grada sur.

El cuerpo arquitectónico que se conserva en la calle Pío XII, se amplía en una galería comercial que se comunica con el parque a través de importantes vistas que se realizan en el gran muro que cierra este espacio, y es telón de fondo del parque por medio de grandes huecos circulares que son una prolongación de la plaza y continúan en su cubierta permitiendo interesantes juegos de luces y sombras en su interior, abriéndose al cielo, al parque y a la luz.

El aparcamiento se conecta peatonalmente con la tribuna existente y la zona comercial, se desarrolla en 2 niveles y tiene 1.068 plazas, su acceso peatonal es en la esquina de la calle Manuel González Martín aprovechando el nivel más bajo para el menor desarrollo de rampa y con menor incidencia en el tráfico.